¿Qué
es la “ingeniería verde”?

La
Ingeniería Verde es el diseño, descubrimiento e implementación de soluciones
de ingeniería con una conciencia de los beneficios potenciales y los problemas
en términos del medio ambiente, la economía y la sociedad a través del tiempo
de vida del diseño.
La
meta de la Ingeniería Verde es la de minimizar los impactos adversos y
simultáneamente maximizar los beneficios a la economía, la sociedad y el medio
ambiente.
Los
impactos adversos del diseño de ingeniería convencional, con frecuencia
implementados sin una perspectiva de sustentabilidad, pueden encontrarse a
nuestro alrededor en la forma de ineficiencias de uso del agua, agotamiento de
materiales finitos y recursos de energía, congestión urbana y degradación de sistemas
naturales como resultado de la actividad humana.
Los
beneficios mutuos resultantes del diseño de la ingeniería verde incluyen una
economía competitiva y en crecimiento en el mercado mundial, calidad de vida
mejorada para todas las especies, y protección y restauración mejorada de los
sistemas naturales.
Los
principios de la Ingeniería Verde (Anastas y Zimmerman, 2003), listados en el recuadro
siguiente, proporcionan una estructura para el entendimiento de la ingeniería
verde. También representan técnicas que se pueden utilizar para hacer más
sustentables las soluciones de ingeniería.
Al
final, la estructura de los 12 principios es una herramienta para ayudar concientemente y
transparentemente en el direccionamiento de las opciones de diseño relevantes
para los retos de sustentabilidad.
El
diseño es
la etapa de la ingeniería en donde la mayor influencia puede ser lograda en
términos de egresos sustentables.
En
la etapa de diseño, los ingenieros son capaces de seleccionar y evaluar las
propiedades del egreso final. Esto puede incluir ingresos materiales, químicos
y de energía; la efectividad y la eficiencia; la estética y la forma y, las
especificaciones pretendidas como la calidad, la seguridad y el desempeño.
La
etapa de diseño también representa el tiempo para la innovación, lluvia de
ideas y creatividad, ofreciendo una oportunidad para integrar las metas de
sustentabilidad en las especificaciones del producto, proceso o sistema. La
sustentabilidad no debe ser vista como una restricción de diseño. Debe ser
utilizada como una oportunidad para que las ideas o diseños existentes salten y conduzcan
soluciones innovadoras que consideran los beneficios e impactos sistemáticos
durante la vida del diseño.
También
es importante advertir que en la fase de diseño es cuando el ingeniero tiene la
oportunidad de incorporar eficiencia incrementada; reducir el desperdicio de
agua, materiales y energía; reducir costos y, lo más importante, impartir
nuevos desempeños y capacidades.
Prevención
de la contaminación, diseño para el ambiente,
ecología industrial, sustentabilidad
Sin
importar su naturaleza, el desperdicio consume recursos, tiempo, esfuerzo y
dinero, primero en su creación y luego en su manejo y gestión.
Los
desperdicios peligrosos requieren aún mayores inversiones para su monitoreo y
control. Como se ha dicho previamente, la creación, manejo, almacenaje y
disposición de desperdicios no añade
valor al producto o servicio.
En
adición, los mecanismos tradicionales de manejo de desperdicios con frecuencia
mueven desperdicios de un medio a otro, como el agua o como el relleno
sanitario.
Se
podría argumentar que durante el siglo xx, la ingeniería se enfocó mucho más en
estrategias de diseño para lidiar con desperdicios como el tratamiento o
disposición, en lugar de tecnologías innovadoras disruptivas basadas en
eficiencias.
En
respuesta a los reglamentos, subsidios, leyes y capital invertido, se hizo
mucho más importante hacer que los procesos ineficientes e insustentables
existentes continuaran a través del uso de intervenciones tecnológicas
elegantes y caras en lugar de entablarse en el diseño fundamentalmente
eficiente y sustentable.
El
resultado de propuesta sesgada es un extenso portafolio de ingeniería sobre las maneras de monitorear, controlar y
remediar el desperdicio.
La
ingeniería verde pretende reenfocar estos esfuerzos en diseños eficientes y
sustentables. Esto significa evitar el desperdicio en primer lugar en donde
quiera que sea practicable y eliminar el concepto de desperdicio en donde
quiera que sea posible.
La
prevención de la contaminación está enfocada en el incremento de la eficiencia de un
proceso para reducir la cantidad de contaminación generada.
Esta
es la idea del incrementalismo o la ecoeficiencia, en
donde el sistema
actual es ajustado para ser mejor que antes.
Esto
no toma en cuenta que el
diseño actual puede no ser el mejor o el más apropiado para la aplicación actual. Esto es porque, el producto,
proceso o sistema actual no fue diseñado con la
intención de reducir el desperdicio y el impacto ambiental.
La
Ley de prevención de contaminación enfocó la atención de la industria,
gubernamental y pública en reducir la cantidad de contaminación a través de
cambios efectivos en costo en la producción, operación y uso de materias
primas.
Establece
una jerarquía de prevención de contaminación como sigue:
•
Reducción de fuente—El desperdicio (sustancia peligrosa, agente tóxico o
contaminante) debe ser evitado desde la fuente (antes del reciclaje,
tratamiento o disposición).
•
Reciclaje.
El desperdicio generado debe ser reutilizado ya sea en el proceso en el que fue
creado o en otro proceso.
•
Tratamiento. El desperdicio que no puede ser reciclado debe ser tratado
para reducir su riesgo.
•
Disposición. El desperdicio que no es tratado debe ser dispuesto en una
manera ambientalmente sana.
El
permitir más grados de libertad de diseño y al moverse corriente arriba hacia
oportunidades para rediseñar el producto, proceso o sistema, ofrece una mayor
oportunidad de minimización de desperdicio o aún la eliminación de desperdicio.
Mientras
existen muchas barreras actuales, incluyendo la científica, técnica o
económica, para el diseño de cero desperdicio es importante advertir que el
concepto de desperdicio es humano.
En
otras palabras, no hay nada inherente en los materiales, energía, espacio o
tiempo que los haga desperdiciarse.
Se
desperdician sólo porque aún nadie ha imaginado o implementado un uso definido
para éstos.
Si
la creación de desperdicio no puede ser evitada bajo ciertas condiciones o
circunstancias, los diseñadores e ingenieros pueden considerar mecanismos
alternativos para explotar efectivamente estos recursos para propósitos de
valor agregado. Por ejemplo, el desperdicio podría utilizarse benéficamente
como materia prima al capturarlo y reciclarlo/reutilizarlo dentro del proceso,
la organización o más allá.
La
ecología industrial es el desplazamiento de los procesos industriales de
sistemas (sistemas tipo 1) lineares (vuelta abierta), en los que las inversiones
e recursos y capital se mueve a través del sistema para volverse desperdicios,
a sistemas de vuelta cerrada en donde los desperdicios se vuelven entradas para
nuevos procesos (sistemas tipo 3) (Graedel y Allenby, 1995). La figura 7.4
muestra la diferencia entre los sistemas tipo 1, 2 y 3.
Esquema de los ecosistemas tipo 1, 2 y 3

En
este ecosistema, los desperdicios son reciclados de vuelta hacia el sistema.
a) El ecosistema tipo 1 es un sistema industrial tradicional
en donde las inversiones de recursos y
capital se mueven a través de un sistema para convertirse en desperdicios.
b) El ecosistema tipo 2 tiene algo de ciclo y genera algo de
desperdicio.
c) El ecosistema
tipo 3 es un sistema de vuelta cerrada en donde los desperdicios se vuelven
entradas para nuevos procesos.